Para ti PAPÁ

Cuando me dieron a elegir, las dos piezas fundamentales que conformarían mi existencia en este plano físico, no pude elegir mejor.

Podría haber elegido a otro, pero esos ojos azules llenos de bondad y humildad me atraparon.

Desde el dolor desgarrador de la separación física, pero desde la serenidad de saber que has alcanzado la libertad, que has trascendido al Universo, hoy soy capaz de enfrentarme a la realidad de mi vida sin ti.

Sólo puedo agradecerte el haber estado a mi lado en todos y cada uno de los momentos de mi vida.

Como un observador me dejaste volar, aunque eso te partiera el corazón, como esta el mío ahora.

Ese gran corazón que la ciencia no acababa de entender como podía funcionar, ese corazón que bombeaba y latía gracias a la fuerza del AMOR.

Porque tu eres eso papá, AMOR, GENEROSIDAD, HUMILDAD, que alto has dejado el listón.

Te lo dije, te lo digo y te lo seguiré diciendo, que gran honor y que gran responsabilidad es ser tu hija.

Por eso, porque el AMOR permanece, sigues a nuestro lado.

Lo siento gordito, pero no te vas a librar de que siga diciéndote cuanto te quiero.

GRACIAS PAPÁ.