Delante, varias botellas de vino vacías, vino que había bebido para brindar en los momentos especiales, aquellos que le recordaban lo que fue y ya no es, aquellos que le recordaban como una vez sus ojos brillaron , como su rostro se iluminaba con una sonrisa, sonrisa de esas que llegan del alma.
Ahora estaban vacías, igual que ella…
Decidió volver a llenarlas, las de Albariño de lagrimas saladas, quizá necesitara mas de una, o de dos, o de tres…hasta quedarse seca de tanta agua que inundaba sus pulmones , tantas lagrimas que le impedían respirar la vida.
Otra de decisiones y elecciones erróneas , esperaba que de algo hubieran valido, haber aprendido de ellas, o si no para que servían …
Otra de apuestas perdidas, de decepciones, sabiendo que la única responsabilidad era suya, quien le mando tener expectativas?
Ama la acción por la acción misma, independientemente del resultado y provecho que puedes obtener con la misma, dicho Budista.
Otra de personas a quien les fue útil alguna vez y le fueron útiles, pero que ya no aportaban nada en su vida, aquellas a las que amo desde lo mas profundo de su alma y que ya no tenían cabida en su nueva alegría, solo aportaban tristeza y amargura y queja…a la botella.
Otra con su gran amor, su gran pasión, ese amor que todavía con solo el recuerdo el corazón se le ponía a 1000, sus ojos se iluminaban y las mariposas revoloteaban en su estomago, esta de momento se quedará en un ladito…
Otra con todas las decisiones y elecciones de otros, esas con las que decidir cargar pero que no le pertenecían…
Se asombró con la cantidad de botellas que había llenado, las mismas con las que había brindado en otros momentos de su vida, sin embargo y por alguna extraña razón ahora pesaban más…
Se calzo sus deportivas, lleno su mochila de botellas que ya no servían y se dirigió al mar, a ese mar donde esta prohibido pisar la arena, meter los pies descalzos en la orilla, a ese mar al que la vida le había llevado fruto de decisiones, elecciones, riesgos, cambios, apuestas de futuro y en el que ahora se ahogaba…
Saco las botellas y con un fuerza que ni ella misma podía explicar las lanzo lo más lejos posible, con un sólo deseo, que ese mar no le devolviera nunca los mismos errores, las mismas elecciones fallidas y sobre todo las mismas lagrimas saladas.
Ligera de equipaje, porque el que nada tiene, nada puede perder decidió renacer…
-Mi niñita, oyó que le susurraban en el oido…para renacer tienes que estar dispuesta a morir primero…
-Mamá?, eres tu?
-Si cariño aquí estoy, siempre en tu corazón, ese al que has decidido no escuchar.
Para que esperas? le susurraba, a qué tienes miedo?
-Mamá, duele morirse?
-Si mi amor, duele mucho, cuando no has sido capaz de entender que nada te pertenece, cuando no te quieres alejar de las personas que amas, cuando no quieres volar, es entonces cuando duele.
Por eso no te aferres a nada, ni a nadie, ese camino lo harás sola, completamente sola, igual que viniste a este mundo te iras de el… sin nada, ni siquiera lo puesto, suelta, suelta lastre y vuela, que tu vida tenga un sentido, eso es lo que dejaras y lo que te llevaras.
Yo estaré aqui esperando.
Ya de vuelta vació su mochila donde sólo quedaba una botella, Vega Sicilia Único decía la etiqueta, la botella donde había metido su gran amor, su pasión, su sueño, el sentido de su vida…ahora sólo quedaba vaciarla, recomponer las piezas y volver a empezar...
(Dibujo de Agnes Cecile)